El estudio de la cultura es una
tarea que implica un desafío porque su enfoque principal esta centrado en el
componente más amplio del comportamiento social: la saciedad entera. A diferencia
de los psicólogos, que se ocupan principalmente del estudio del comportamiento
individual, o de los sociólogos, cuyo campo de estudio son los grupos, el interés
de los antropólogos consiste, en primer lugar, en identificar el tejido mismo de
la propia sociedad.
¿Qué es la Cultura?
En virtud de la naturaleza
amplia y penetrante de la cultura, su estudio suele requerir un examen
detallado del carácter de la sociedad en su conjunto, con inclusión de factores
tales como: idioma, conocimientos, leyes, religiones, costumbre en materia de alimentación,
música, arte, tecnología, patrones de trabajo, productos y otros que le
imparten a una sociedad su sello distintivo. En cierto sentido, la cultura es
la personalidad de una sociedad. Por esta razón n o resulta fácil definir sus
fronteras.
En virtud de que nuestro
objetivo es entender la influencia de la cultura en el comportamiento del
consumidor, definiremos la cultura como la
suma total de creencias aprendidas, valores y costumbres que sirven para
dirigir el comportamiento de los miembros de una sociedad determinada, en su
calidad de consumidores
La Cultura satisface necesidades
La cultura existe para
satisfacer las necesidades de las personas que forman una sociedad. Ella imparte
orden, dirección y guía en todas las fases de la resolución del problema
humano, proporcionando métodos “auténticos y comprobados” para satisfacer necesidades fisiológicas, personales y sociales. Por
ejemplo, la cultura provee normas y “reglas” sobre cuando se debe comer (“no
hay que hacerlo entre comida”); donde comer (“en un restaurante concurrido
porque allí es más probable que los alimentos se encuentre en buen estado”);
que es lo apropiado para comer en el desayuno (jugo y cereal), en el almuerzo
(un emparedado), en la cena (“algo caliente y bueno para la salud”) y los
bocadillos a deshoras (“algo que proporciones energía en forma rápida”); así
como que servir a los huéspedes en un banquete (“una comida formal para
sentarse a la mesa”). La cultura determina también aquello que los miembros de
una sociedad consideran como una “necesidad” y lo que califican como un “lujo”.
En forma similar, la cultura
ofrece también guías concretas en cuanto a cual es la ropa apropiada para
ocasiones específicas.
Las creencias, valores y
costumbres siguen siendo respetados mientras produzcan una satisfacción. Sin embargo,
cuando una norma específica ya no satisface a los miembros de una sociedad
estos la modifican o sustituyen con otra norma que sea más acorde con sus
necesidades y deseos actuales.
La Cultura se aprende
A diferencia de las características
biológicas innatas (p. ej., el sexo, el color de la piel o del cabello, o la
inteligencia), la cultura es algo que se aprende. Desde temprana edad empezamos
a adquirir un conjunto de creencias, costumbres y valores propios de nuestro
ambiente social, los cuales constituyen nuestra cultura. En el caso de los
niños, el aprendizaje de esos valores y costumbre culturales se refuerza hasta
cuando deciden divertirse con sus juguetes. Cuando los niños juegan, llevan a
cabo dramatizaciones en las que reproducen y ensayan importantes lecciones y
situaciones de su cultura. Este aprendizaje cultural los prepara para las
circunstancias que encontraran más adelante en la vida real.
Como se aprende la cultura
Los antropólogos han
identificado tres normas diferentes de aprendizaje cultural: el aprendizaje formal, por el cual los
adultos y los hermanos mayores enseñan al nuevo miembro de la familia “como
debe comportarse”; el aprendizaje
informal, por q leu el niño aprende, sobre todo, por imitación del
comportamiento de otras personas, ya sea familiares, amigos o héroes de la televisión;
y el aprendizaje técnico, mediante el
cual los maestros instruyen al niño, en un ambiente educativo, acerca de lo que
tendrá que hacer, como deberá hacerlo y por que es preciso que lo haga. Si bien
la publicidad de una firma puede influir en los tres tipos de aprendizaje
cultural, es probable que muchos anuncios de productos ayuden a reforzar el
aprendizaje informal de la cultura, ya que presentan al público un modelo de
comportamiento para que todos lo imiten. Esto es valido, en particular en el
caso de productos muy visibles o llamativos, y de los productos expuestos para
ser evaluados en un ambiente público, donde la influencia de personas del mismo
medio puede desempeñar un papel importante.
La repetición de los mensajes
publicitarios crea y refuerza creencias y valores culturales. Por ejemplo,
muchos anunciantes subrayan de modo continuo la misma serie de beneficios
seleccionados de sus productos o servicios.
Culturización y Aculturización
Cuando hablan de la adquisición
de cultura, los antropólogos establecen a menudo la diferencia entre el
aprendizaje de la cultura propia, o nativa y el aprendizaje de (otra) “nueva”
cultura. El aprendizaje de la cultura propia se conoce como culturización. El aprendizaje de una
cultura nueva o extranjera recibe el nombre de aculturizacion. En esos casos, los mercadólogos tienen que estudiar
la cultura o culturas específicas de sus mercados meta potenciales con el fin
de determinar si sus productos serán aceptables para esas personas y, en caso
afirmativo, cual será la mejor forma de comunicar las características de sus
productos para convencer al mercado meta de que los compre.
Lenguaje y símbolos
Para adquirir una cultura común,
los miembros de una sociedad deben ser capaces de comunicarse unos con otros
por medio de un lenguaje compartido. Si un lenguaje común no podría existir un
significado compartido y la verdadera comunicación no se produciría.
Para tener una comunicación efectiva
con sus públicos, los mercadólogos deben usar los símbolos apropiados a fin de
transmitirles las imágenes o características deseadas, al anunciar su producto.
Estos símbolos, pueden ser verbales o no verbales. Los símbolos verbales pueden
consistir en un anuncio transmitido por la televisión o publicado en una
revista. La comunicación no verbal incluye el empleo de símbolos, como figuras,
colores, formas e incluso texturas, para impartir un significado adicional a
los anuncios impresos o transmitidos por radio o televisión, a las marcas
comerciales y a los diseños de envases o productos.
Básicamente, la naturaleza simbólica
del lenguaje humano lo distingue de todas las demás formas de comunicación animal.
Símbolo es cualquier cosa que sirve para representar otra. Todas las palabras
son símbolos.
Un símbolo puede tener varios
significados diferentes e incluso contradictorios, por lo cual el publicista
debe asegurarse de que es exactamente lo que cada símbolo comunica a su público
meta.
Rito
Además del lenguaje y los
símbolos, la cultura comprende diferentes experiencias y comportamientos
ritualizados que hasta hace poco habían sido descuidados por los investigadores
del consumidor. Se conoce como rito un tipo específico de actividad simbólica
que consiste en una serie de pasos (comportamientos múltiples) que se suceden
en una secuencia fija y se repiten a lo largo del tiempo.
En la práctica, los ritos se
extienden a través de todo ciclo de vida humano, desde el nacimiento hasta la
muerte, e incluyen multitud de eventos en complicadas ceremonias religiosas o
civiles de carácter muy público, o bien, en asuntos tan comunes como la
conducta de un individuo en relación con su arreglo personal o el aseo de los
dientes. También es probable que un rito se presente de manera reiterada a lo
largo del tiempo (como la costumbre de cantar el himno nacional antes de un
juego de beisbol).
Lo más importantes, desde el
punto de vista de los mercadólogos, es el hecho de que los ritos tienden a
requerir un cumulo de artefactos (productos) también rituales, que están asociados
a esas actividades o que refuerzan de alguna manera la ejecución de cada rito.
Además del rito, que constituye
la forma en que se realiza algo de manera tradicional, existe también el comportamiento ritual, el cual puede
definirse como cualquier forma de conducta que se ha convertido en un rito. Un ejemplo
de esto es el jugados de beisbol que agita se bat en varias ocasiones y patea
la tierra frente a la almohadilla de home antes de cada lanzamiento, para
asegurarse de realizar correctamente sus movimientos.
La Cultura se Comparte
Para que un valor, creencia o práctica
en particular pueda ser considerado como característica cultural es necesario que
lo comparta una porción significativa de la sociedad. Así pues, la cultura es
considerada con frecuencia como el conjunto de costumbres de grupo que vinculan
entre su a los miembros de una determinada sociedad. Por supuesto, el idioma
compartido es el componente fundamental de cualquier cultura, gracias a el es
posible que la gente comparta sus valores, experiencias y costumbres.
Varias instituciones sociales
que forman parte de una sociedad transmiten los elementos culturales y permiten
que compartir la cultura sea una realidad. Entre esas instituciones ocupa un
lugar importante la familia, que es el principal agente de la culturización, es
decir, del proceso de transmitir las valores, creencias y costumbres culturales
fundamentales a los miembros más recientes de la sociedad. Un aspecto vital del
papel de culturización de la familia es la socialización de los más jóvenes como
consumidores. Este proceso incluye las enseñanzas de habilidades y valores
relacionados con el consumo tan esencial como: el significado del dinero; la relación
entre precio y calidad; la información de gustos, preferencias y hábitos en
materias de productos; y los métodos apropiados para responder frente a los
diversos mensajes promocionales.
Además de la familia, otras dos
instituciones han compartido tradicionalmente gran parte de la responsabilidad
de la transferencia de determinantes aspectos de la cultura: las instituciones
educativas y los centros de culto. Las instituciones educativas tienen la misión
específica de impartir las habilidades básicas de aprendizaje, historia,
patriotismo y sentido cívico, y la capacitación técnica necesaria a fin de
preparar a los jóvenes para que desempeñen papeles respetables dentro de la
sociedad. Las instituciones religiosas proveen y perpetuán la conciencia
religiosa, la guía espiritual y la formación moral. Aun cuando los jóvenes reciben
gran parte de su capacitación como consumidores en el entorno familiar los sistemas
educativos y religiosos esfuerzan esa formación al impartirles los conceptos
correspondientes a la economía y la ética.
Una cuarta institución social
que se pasa por alto con frecuencia, pero que desempeña un papel importante en
la transferencia de la cultura a través de la sociedad, son los medios de comunicación
masiva. En virtud de la extensiva exposición de la población, tanto impreso
como de radiodifusión, combinada con el tan accesible formato de
entretenimiento en el cual se presentan de ordinario los contenidos a través de
ellos, no nos debe causar sorpresa que los medios de comunicación masiva sean
poderosos vehículos para la enseñanza de una amplia gama de valores culturales.
Todos los días estamos expuestos
a la publicidad, la cual es un componente importante de los medios de comunicación.
La publicidad no solo patrocina o hace que resulte económicamente factible el
contenido editorial o programático que presentan los medios sino también transmite
mucho material relacionado con nuestra cultura. Sin la presencia de la
publicidad, seria casi imposible difundir información acerca de productos, ideas
o causas sociales.
Los consumidores reciben información
cultural importante mediante la publicidad. Por ejemplo, se ha propuesto la hipótesis
de que uno de los papeles que desempeña la publicidad que aparece en revistas
sofisticadas, como Vanity Fair, consiste en enseñar a los lectores como vestir,
como decorar sus viviendas y que alimentos y vinos servir a sus invitados; en
otras palabras, que tipos de comportamientos son más apropiados para la clase
social a la cual pertenecen.
Así pues, aun cuando se
considera a menudo que el alcance de la publicidad se limita a influir en la
demanda de productos o servicios específicos, si la vemos en un contexto
cultural la publicidad tiene la misión ampliada de reforzar los valores
culturales establecidos y contribuir a al difusión de nuevos gustos, hábitos y
costumbres. Al trazar el proyecto de anuncios, los mercadólogos deben tomar en
cuenta que la publicidad es un agente importante del cambio social en nuestra
sociedad.
Me parece perfecto este articulo.
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